Trekking por Mauritania: Desde Oudane a Chinguetti, ciudades Patrimonio de la Humanidad

 

Una experiencia única e irrepetible. Este era nuestro sentimiento cuando terminados el trekking. 

También el saber que para disfrutar hay que saber sufrir, pero una vez pasado ese sufrimiento es inolvidable lo que hemos disfrutado en este trekking.

Fue más duro de lo que pensábamos: calor durante el día, frío por la noche, y el suelo, el firme, andar sobre la arena, hundiendo los pies en la arena para ir avanzando. Pero bueno, hoy ya lo tenemos olvidado.

Nos cabe el honor de haber sido las primeras personas del estado español en haber realizado este trekking, según nos manifestaban sus gentes en ambas ciudades y extrañados de nuestra presencia, habituados a senderistas franceses, y algún alemán o belga para realizar esta travesía andando entre ambas ciudades.



Un recorrido en Mauritania que une las dos grandes ciudades caravaneras del Sahara, Ouadane y Chinguetti, y ambas reconocidas como Ciudades Patrimonio de la Humanidad.

Hablar de Mauritania es hablar del desierto. El país se encuentra dominado por el desierto del Sahara que ocupa casi la totalidad del territorio, a excepción de una estrecha banda litoral, donde se encuentran casi todas las ciudades importantes del país: Nuakchot, Nuadibú, y la franja del Sur, en sus fronteras con Senegal y Malí... Las principales ciudades del interior son Tidjikja, Atar, Chingueti, Oudane, etc. Es un país eminentemente llano, con mesetas saharianas en El Adrar con una altitud media de 500 metros sobre la que realizamos el trekking.  Para hacerse una idea el monte Kediet Ijill, también conocido como monte Ijill, es la montaña más alta de Mauritania, con 915 m de altitud.

La inmensidad del erg Ouarane, un verdadero mar de dunas, impone respeto y contemplación... este trekking, que parte de la ciudad caravanera de Ouadane, se infiltra en la inmensidad del universo sahariano, desde el oasis hasta el campamento, y es al ritmo de los camellos que esta odisea, salpicada de numerosos encuentros, nos permite descubrir Chinguetti, una ciudad-biblioteca, cuyos minaretes se alzan de repente en la distancia en el recodo de una duna. Una inmersión total en los grandiosos paisajes del Adrar, conociendo a los nómadas y descubriendo las ciudades llenas de historia que son Ouadane y Chinguetti, ambas en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.

Participantes


Como otras veces a este tipo de viajes, vamos acompañados por Mikel y Emi., esta vez con la salvedad que en principio vamos sólo nosotros cuatro.

Guías acompañantes


Para la travesía por el desierto contamos con la presencia necesaria, de estas cuatro personas: Tachevin, ayudante y joven sobrino del experto conocedor del desierto, Chedad, que lo vemos a la derecha, nacido en Oudane, y que empezó cuidando cabras que le inició en el conocimiento del desierto y sus rutas, que sólo con su gps mental, nos guió por el mismo. Nos comentaba que él sabía el camino por el color de la arena y las plantas que en él crecían, y que era capaz de realizarnos un recorrido de 600 kilómetros por el desierto y llevarnos hasta Tiyikya.

En el centro, junto a Tachevin, nuestro comunicador en castellano, Samah, que también era su primer viaje y su primer empleo como guía, y junto a él nuestro cocinero durante el trekking, Selmo.

La logística se contemplaba con cuatro camellos que transportaban todo el equipo necesario para la realización del trekking y nuestros equipajes.

Los otros acompañantes


Aquí estamos junto con Jamal, gerente y propietario de AMATLICH TOURS, que nos acompañó en las jornadas de acercamiento al inicio del trekking y las finales de regreso a Nouakchott, junto con los chóferes de los dos 4x4 de logística, Mohamed y Ahmed.

Contratamos este trekking con AMATLICH TOURS, directamente en origen, ya que aquí ninguna agencia lo ofrecía tal y como nosotros lo queríamos. 



Le Gérant:  Jamal Abderrahmane . WhatsApp: 00222 43554337  Site-web: www.amatlichtours.mr


NUESTRO TREKKING DE OUDANE A CHINGUETTI

Y desde aquí partimos hacia este inolvidable trekking entre dos ciudades patrimonio de la Humanidad como son Oudane y Chinguetti.

Nos esperan 6 días de fatigosas caminatas por el desierto, con mucho calor durante el día y frío por las noches, durmiendo prácticamente a la intemperie.

Según nos comentan los curiosos que llegan donde nosotros para vernos partir, somos los primeros españoles que realizamos este trekking. Los mismos comentarios a nuestra llegada a Chinguetti. Es habitual que este trekking lo realicen franceses, algún alemán y algún belga, pero tampoco de forma masiva, pues lo habitual es realizarlo en 4x4, dada la dureza del mismo como pudimos comprobar.

UN DIA DE TREKKING

Lo habitual es levantarse al alba, en nuestro caso sobre las 6,30h de la mañana, en que oyes a nuestros acompañantes trajinar con los utensilios para preparar el desayuno, aunque antes para las 6, se levantan para sus rezos. Y tras desayunar, recoger el campamento e iniciar la caminata, siempre detrás de los camellos y los camelleros quien imponen su ritmo para un estricto cumplimento de horarios. Así que entre las 8 y 8,30h estás ya andando.

A media caminata de la mañana, una breve parada en especial para que los camellos orinen según nos explicaron. En estas paradas te dan dátiles para recuperar calorías.

A mediodía, sobre 11,30 a 12, parada para comer y descanso de todos incluidos los camellos. Se descarga todo de los camellos (en realidad son dromedarios) y se les deja a sus anchas para que coman hojas de las acacias y otros matorrales. A los camellos les atan una cuerda entre las dos patas delanteras para que no puedan irse muy lejos del lugar de acampada.

Las comidas son básicamente ensaladas frías de verduras y un ingrediente principal, arroz blanco, arroz amarillo, fideos y o espaguetis cocidos, y patatas, que pueden acompañarse con mahonesa de bote. A eso se añade el inevitable y reconstituyente té mauritano servido en tres chupitos.

Entre las 15,30 y 16h, una vez pasadas las horas de más sol, se vuelve a cargar todo en los camellos y se inicia nuevamente la marcha hasta las 17,30h en que se cesa la caminata y se elige por Chedad, jefe de los camellos, el sitio para pernoctar. Se descarga previamente la carga de los camellos, y previa atadura de su patas delanteras se les deja sueltos por los alrededores. Se inicia el montaje del campamento: dos tiendas nómadas para nosotros y una tienda nómada para ellos. Hay que tener en cuenta que para las 18,30h se hace de noche.

Como veis la carga y descarga completa de los camellos se hace un par de veces al día, y lleva su tiempo, en especial la carga.

Se buscan ramas secas por los alrededores y se hace fuego donde cocinar y preparar tanto el té mauritano como la cena de esa noche. Además, se aprovechas las brasas para preparar pan del desierto que comeremos al día siguiente en el desayuno.


Las cenas son calientes, y abarcan desde pollo guisado con verduras, espaguetis con verduras, cuscús con verduras, lentejas…. Y claro el té mauritano.

Por precaución nuestro agua para beber era embotellada que compramos en Oudane, aunque cuando se nos acabó antes de finalizar el trekking, bebimos de su agua recogida de un pozo sin añadir pastillas potabilizadoras, pues nos dio confianza el agua recogida.

Se duerme nosotros al menos, dentro de las tiendas nómadas que son de tela fina, y lo haces en el propio suelo sobre una esterilla fina, y sobre las 2 de la madrugada empieza una ola de frío que hace necesario disponer de una saco de dormir y combatir dicho frío.

Nuestros acompañantes mauritanos duermen al aire libre, bien envueltos con su ropa y una manta, y pasan mucho frío, mucho más que nosotros, pues están acostumbrados a temperaturas altas.

Días previos al inicio

Llegamos a Nouakchott la capital de Mauritania el día 5 muy de madrugada, después de enlazar dos vuelos, primero desde Madrid hasta Casablanca y luego a Nouakchott, que hicimos con Air Royal Maroc. 

Tras unas breves horas de descanso en un hotel, partimos en dos 4x4 durante dos días hasta alcanzar la ciudad de Oudane donde empezaría nuestro trekking

Salimos de Nouakchottt, y comenzamos a hacernos idea de dónde hemos venido: desierto, desierto, y más desierto. 

Recuerdo el dicho de “ancha es Castilla”, y aquí se queda corta la anchura. Toda una llanura de paisaje infinito de arena.

El desierto es fascinante e imaginario. Vas fijándote a lo lejos en esa inmensidad y de repente imaginas que estás viendo una persona en el desierto, y según avanzas y te vas acercando te das cuenta que es tu imaginación que sólo es un árbol estático o un matojo que ha crecido a lo alto, y esa situación se te da con otro tipo de imaginaciones como animales……que finalmente son eso, vegetación.

Sí, de vez en cuando, ves animales reales, como camellos, que realmente son dromedarios, y abundantes rebaños de cabras. A veces te encuentras situaciones esperpénticas como unas cabras viajando encima de una furgoneta, alguna a punto de caerse y hay que llamar la atención de ellos al conductor.

Y llegamos sobre las 13h a Akjouit, donde comimos, y nueva rodada por aquellos caminos hasta alcanzar el Oasis de Azoiga, donde pasamos nuestra primera noche en el desierto, en un paraje inolvidable

Azoiga es un inmenso oasis, casi treinta kilómetros de palmerales, bordeados por unas bellísimas dunas, que a medida que el sol va descendiendo, van tomando un increíble color dorado.

En esta época del año, casi nadie vive aquí, únicamente en la época de la recolección de los dátiles, llegan a este lugar cientos y cientos de personas, a pasar un par de meses recogiendo la fruta.

Este tipo de agricultura es practicada por la población beduina, depende de la temporada de lluvias. Cuando llueve, los nómadas cultivan frijoles y sandía blanca de forma primitiva.

Los frijoles y la sandía se consideran elementos esenciales de la vida nómada, hasta que llega el verano

Distancia: Nouakchott- Azougui: 352,42 km recorridos según GPS Mikel

El segundo día de nuestra estancia, volvimos a montar en los 4X4, salida para pasar por la parte alta del collado de Tifoujar donde  la vista es impresionante, una muesca de 200 metros de desnivel se tira literalmente al wadi de EL-Abiod en el fondo del valle, las dunas se levantan para atacar este collado totalmente colmado, adelante hasta Atar y seguir por la pista hasta el casco antiguo de Ouadan.
Durante le trayecto y en  sus paradas nos enseñaron el utensilio que utilizan los mauritanos para limpiarse los diente: El Miswak es un palo de color canela o más claro extraído del árbol Aferchi (llamado así en el Sahara, Mauritania), de un palmo de longitud y del grosor de un dedo, que se usa desde tiempo inmemorial para el cuidado de los dientes y la higiene bucal.
También descubrimos que según el firme de los caminos de arena, los conductores deshinchaban las ruedas de los 4X4 si había mucha arena para que agarrasen mejor y si el suelo era más firma las volvían a hinchar.
También nos pararon para enseñarnos plantas que cultivan en el desierto como la sandía blanca y vimos un pozo 
Una parada en la ciudad de Atar para comer y finalmente llegamos a Oudane donde nos alojamos en un albergue.

Y por la noche tuvimos un espectáculo musical a cargo de un grupo de mujeres del pueblo de Oudane con las que bailamos algunas de sus danzas al son de los tambores.

Distancia: Azougui a Oudane: 286,34 km según GPS Mikel 

Primer día del trekking

Día 07 de noviembre, martes: Ouadane - Erg Ouarane

Programa previsto: Aquí nos unimos al equipo de camellos cada uno tiene un camello para su equipaje, luego salida hacia el erg Ouarane, en medio de una inmensa llanura arenosa que precede a las dunas.

Vivaque bajo las estrellas o en una tienda nómada

Datos del track: Distancia recorrida 15 km. Tiempo en movimiento: 3h 29´. Alturas: 436 mínima-527 máxima. Desnivel ascenso, 287 ms y descenso 230 ms.

Iniciamos nuestra marcha hoy un poco tarde pues previamente hemos hecho la visita a la antigua ciudad de Oudane. Ya he comentado que la hora de salida habitual suele ser entre 8 y 8,30, pero hoy serían cerca de las 10,30h cuando empezamos el trekking

Como he dicho los camellos y camelleros van siempre delante, marcando el ritmo, y si te entretienes sacando fotos o vas a menos ritmo, a pesar de la inmensidad del desierto, no hay problema, sigue sus huellas

Ante nosotros se abre el infinito desierto por el que caminaremos en los próximos seis días.

A lo lejos vemos un camello solitario, pero nos aclara Samah que es una camella embarazada a punto de parir, y que lo hacen en solitario, lejos de otros ejemplares.

Tras la brevísima parada comentada ya para que los camellos orinen, y nosotros repongamos algo de fuerza con unos dátiles, paramos finalmente después de 7,95 km para comer y descansar y evitar las horas centrales de sol.

Luego continuamos nuestra camina por el desierto y en el camino encontramos un pozo de agua

Por el camino, volvemos a encontrarnos con las pequeñas calabazas que dicen son comida para los burros

Y finalmente, la parada para terminar nuestro primer día de trekking, cenar y dormir hasta el día siguiente., empezando por la recogida de leña para hacer fuego

Esa noche hizo mucho viento, y las tiendas se desmontaron por el viento. Yo me desperté porque me cayó encima de la frente uno de los hierros de apoyo, y del grito de dolor, enseguida apareció Samah y sus acompañantes y arreglaron el desaguisado ocasionado por el viento.

Esta primera noche empezamos a sentir el frío nocturno del desierto que nos hizo usar ya los sacos de dormir que habíamos llevado.

La zona de acampada fue en la zona del lugar previsto: Erg Ourane

Erg Ouarane

El inmenso mar de dunas (erg) de Ouarane, que se extiende durante más de 800 kilómetros entre Mauritania y Argelia, serpentea entre contrafuertes y mesetas rocosas, oasis donde despuntan las palmeras y viejas ciudades caravaneras atrapadas por el desierto que aún guardan reliquias en sus bibliotecas únicas, como Chinguetti o Ouadane.

Ya no hay caravanas inacabables cruzando las montañas de arena en ese rincón del Sahara, pero en Ouarane siguen atravesando las dunas y bebiendo en los oasis los últimos nómadas del desierto, acompañados de sus camellos y cabras, guiados por su mirada antigua.

En Mauritania, entre la arena y la piedra, con el viento todavía se escucha el rumor del pasado.

Ouarane es una colina en Mauritania y tiene una altitud de 482 metros.

Segundo día del trekking

Día 08 de noviembre, miércoles: Oasis de Tanouchert

Programa previsto: En un laberinto de pequeñas dunas sembradas de esparto, nuestra caravana prosigue su camino hacia el bellísimo oasis de Tanouchert donde las altas palmeras dan una apreciable sombra. Encuentro con los nómadas semisedentarios de estas regiones.

Vivaque bajo las estrellas o en una tienda nómada

Datos del track: Distancia recorrida 23,2 km. Tiempo en movimiento: 5h 27´. Alturas: 410 mínima-510 máxima. Desnivel ascenso, 150 ms y descenso 235 ms.

“A toro pasado” como se suele decirse, nos dimos cuenta que por la distancia recorrida este día habíamos hecho kilómetros de más, para compensar los que habíamos hecho de menos el primer día por la tardanza en la hora de salida.

Esta etapa aparte de larga fue espectacular por los paisajes de dunas que vimos y atravesamos. Siempre detrás de los camellos nuestra imaginación nos hizo creer que éramos participantes de la cabalgata de los reyes magos

La dunas van adquiriendo sus formas caprichosas según los vientos


Pero según nos alejamos de las duras de Ouradane, vuelve la planicie eterna del desierto

La parada para comer la hicimos sobre las 12,37h y cuando llevábamos ya 15,21 km andados.

En esta etapa vimos una planta abundante el esparto y también algunas acacias

Y a lo lejos divisamos un pozo de agua según nos señalaron nuestros acompañantes

Y como casi siempre, sobre las 17,30h llegamos al Oasis de Tanouchert.

Oasis de Tanouchert

Y es que el oasis de Tanouchert es un lugar muy especial, escondido entre altas dunas que le protegen de los vientos del Harmattan, donde la sombra de las palmeras es agradable, el agua fresca, los dátiles exquisitos.

Como nuestro campamento iba a estar en las afueras del oasis, a unos 500-600 metros, fuimos primero a visitar el oasis.

Sus pobres casas estaban bien habitadas como pudimos observar

También vimos la existencia de un albergue en chozas de paja alojan a los turistas.

No hay una fuente de agua obvia; en su mayoría, el agua parece ser bombeada desde e subsuelo

Y tienen huertas, que nos enseñaron muy orgullosos. Es un espectáculo extraño ver zanahorias y lechugas creciendo en medio del desierto del Sahara.

Más allá hay un bosque de palmeras y más allá el mar de arena.

Después de la visita que hicimos con Samah nuestro guía intérprete, fuimos hasta donde habían montado el campamento para pernoctar, y ese día parece que tenían prisa por darnos de cenar.

Luego nos enteramos del porqué. Cuando estábamos ya en las tiendas para dormir, nos avisó Samah de que ellos se iban al oasis a ducharse y si no nos importaba quedarnos solos allí. Nos entró un poco de risa claro, dejarnos solos en aquel desierto, pero no nos importó. No sólo debió ser a ducharse si no también a cenar porque en el campamento no lo hicieron, y cuando horas después les oímos llegar parece que venían contentos por el tono de sus voces. 

Tercer día de trekking

Día 09 de noviembre, jueves: Tanouchert - Oued R'Kawya

Programa previsto: Precioso escenario en las inmensidades saharianas donde el mar de arena se despliega hasta el infinito. Aquí y allá, algunas acacias alteran su verde más oscuro, el color de las dunas varía del amarillo más pálido al naranja más profundo. Llegada al wadi de R'Kawya, un lugar privilegiado perdido en medio de la nada, donde montaremos nuestro vivac a la sombra de las acacias.

Vivaque bajo las estrellas o en una tienda nómada

Datos del track: Distancia recorrida 16,8 km. Tiempo en movimiento: 4h 16´. Alturas: 416 mínima-478 máxima. Desnivel ascenso, 188 ms y descenso 188 ms.

Por la mañana cuando nos levantamos, como se conocía nuestra estancia en esa zona, nos estaban esperando dos señoras del oasis a fin de vendernos algunas de sus mercancías: figuras de camellos, bisutería, tambores pequeños…Esperaban pacientemente entre los camellos dispuestos para ser cargados con el campamento y nuestros equipajes.

Iniciamos nuestra caminata y nos dirigimos hacia otro mar de dunas que se veían a lo lejos

Y allí, un paso entre rocas que distorsionaban un poco el paisaje arenoso

A lo lejos el horizonte se mostraba difuso, y se podía apreciar una posible tormenta de arena que impedía una buena visión del horizonte

Algunas acacias en el camino parecían reverenciar al desierto, fruto de su inclinación por los vientos que asolan continuamente esta zona desértica

En esta etapa se produjo la lesión de nuestro guía intérprete Samah, con una fuerte ampolla y dolor en la planta del pie, producto de su falta de costumbre de caminar no sólo por el desierto si no grandes distancias diarias.

El caminar por las arenas del inmenso desierto te hace sentir más pequeño, que en definitiva tú también eres un grano o varios de arena


Paramos a comer sobre las 12,25h cuando llevábamos 11,37 kms realizados

Después de comer y tras el oportuno descanso y dar esquinazo a las horas centrales del sol, continuamos nuestra marcha hacia nuestro destino de pernoctación Qued R´Kawya

 Qued, wad o ued (en francés, oued),​​ es un término árabe para referirse a un valle o río seco que se encuentran generalmente en zonas desérticas, con pendientes suaves y casi planas, por el cual solo discurre agua en la temporada de lluvias.

En nuestro caso nos esperaba una zona con muchas acacias

Y como todos los días sobre las 17,30h dimos por finalizada la caminata.

Y así se veía la puesta de sol desde el interior de la tienda nómada donde pernoctamos


Cuarto día de trekking

Día 10 de noviembre,viernes: Oued R'Kawya - El Mezrougat

Programa previsto: Los cordones de dunas se suceden hasta el infinito... a veces arena blanca, a veces arena amarilla, nos conducen al corazón del macizo de Adrar donde las inmensas dunas de El Mezrougat, a veces teñidas de rosa, nos invitan a subir al vivac.

Vivaque bajo las estrellas o en una tienda nómada

Datos del track: Distancia recorrida 18,4 km. Tiempo en movimiento: 4h 37´. Alturas: 424 mínima-462 máxima. Desnivel ascenso, 166 ms y descenso 154 ms.

Empezamos nuestra andadura por el desierto, y en nuestro horizonte vislumbrábamos acacias en abundante vegetación.

Este iba a ser un día muy duro tanto por el calor como por el terreno arenoso blando que nos tocaría pisar. Puede equiparse a andar sobre una buena capa de nieve.


Las acacias se asoman entre las pequeñas dunas que vamos pisando en nuestro caminar

Y como todos los días detrás de los camellos y los camelleros.


Se conoce que ha debido llover recientemente por esta zona, pues nos encontramos naciendo pequeñas florecillas blancas en la arena del desierto


A unos pocos cientos de metros vemos una camella con su cría nacida pocos días antes

Y también nos topamos con restos óseos de camellos que mueren en estos contornos y son devorados por aves como buitres que llegan desde kilómetros de distancia


Paramos para el descanso y comida sobre las 11,30h cuando llevábamos 12,37 km.

Durante la comida salió un fuerte viento que nos llenó de arena nuestros platos.

A veces también te encuentras con suelo duro, producto de que cuando llueve en algunas zonas se estanca el agua, y tarda varios días en secarse o evaporarse y esa arena se solidifica. Estas zonas tienen un peligro para los que vamos detrás, y es que aquí no dejan marcas las huellas de los camellos y es difícil seguir el rastro, teniendo que estar más atento en el horizonte para ver por dónde va la caravana.


Y llegamos al destino para dormir y dar por terminada esta jornada.

Afâm el Mezrougât es una duna y está situada en Adrar, Mauritania. La elevación estimada del terreno sobre el nivel de las focas es de 497 metros. Variantes de ortografía para Afâm el Mezrougat o en otros idiomas: Afâm el Mezrougat, Afam el Mezrougat, Afâm el Mezrougat, Afâm el Mezrougat.

Sus grandes dunas longitudinales, llamadas Alab, se alzan en la dirección del viento predominante.

Quinto día de trekking

Día 11 de noviembre,sábado: El Mezrougat - Oued Chinguetti

Programa previsto: Siempre en el corazón de Adrar, siempre entre el laberinto de dunas, aparecen de vez en cuando pequeños oasis... Llegamos al uadi Chinguetti donde el pozo nos permitirá repostar.

Vivaque bajo las estrellas o en una tienda nómada

Datos del track: Distancia recorrida 14,7 km. Tiempo en movimiento: 3h 57´. Alturas: 446 mínima-475 máxima. Desnivel ascenso, 131 ms y descenso 107 ms.

La etapa de hoy iba a ser más corta. Se aproxima el final del trekking al día siguiente y que nos había comentado Samah que sería la más corta de todas ellas. Además, nos depararía alguna grata sorpresa.

Así que era un buen momento para una foto con los camellos y nuestros acompañantes

El día otra vez con alta temperatura hace que cada uno lleve su ritmo y a veces parece que una kilometrada nos separa unos de los otros en la inmensidad del desierto

El paisaje de este día es mayoritariamente ocupado por espartos y acacias, y a la sombra de una de ellas hacemos la pequeña parada para los camellos


Y cuando paramos a comer, tuvimos la gran sorpresa de estos día: agua para refrescarnos y bañarnos en un pequeño recinto circular. Eso día nuestro guía Samah fue el primero.

Eran las 11,30h de la mañana y habíamos hecho ya 8,40 km.

El sitio donde nos encontrábamos se llamaba Lemrayfeg

Se había construido un gran pozo de agua y la pequeña alberca para que las personas se suministrasen de agua, disfrutasen un poco de baño, y los camellos bebieran

El pozo tenía una profundidad de 40 metros y mandaba abundante agua de él.  Tengo una anécdota al respecto: el jefe de los camellos señalándome el pozo, me dice o entiendo “Karant” y en el suelo me dibuja la palabra “Yo”. Mi conclusión es que él, Karant, es el dueño del pozo o el que hizo este pozo. Luego le digo a Samah que le diga qué ha querido decirme, y resulta que lo que me estaba diciendo “karant” es “cuarenta” en francés, para referirse a la profundidad del pozo, y la palabra “yo” en el suelo no era eso, si no “40” en números.

Nuevamente un fuerte viento nos asoló a la hora de la comida, pero esta vez sin arena.

Continuamos nuestra caminata después de la comida y descanso, y nos encontramos con pequeñas casas de paja que nos indicaban que nos estábamos acercando a sitios poblados en las proximidades de Chinguetti donde llegaríamos al día siguiente

Esta zona que ahora atravesamos se nota que es más lluviosa pues a la abundancia de acacias se ven también numerosos brotes de ellas

Y como todo los días antes de la parada para dormir, hay que buscar la leña con la que hacer el fuego


Y en el camino nuevos pozos de agua, pero esta vez sin alberca.

Acampamos en Qued Chinguetti, al comienzo o final justo del cauce de este río ahora seco y que sólo lleva agua en tiempos de lluvia.

 

Sexto día de Trekking y último

Día 12 de noviembre, domingo: Oued Chinguetti - Chinguetti

Programa previsto: En el recodo de una duna, cuando creíamos estar solos en el mundo, de repente aparecen los minaretes de la famosa ciudad de Chinguetti, séptima ciudad del Islam... tres cuartas partes invadidas por arenas, no conserva manuscritos menos antiguos; está inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. Visita del casco antiguo, un museo y una biblioteca (opcional).

noche en albergue: Posada Caravane., donde nos alojamos y estuvimos muy a gusto tanto por la habitación como por el baño y su ducha en el misma.

Datos del track: Distancia recorrida 12,5 km. Tiempo en movimiento: 3h 33´. Alturas: 467 mínima-513 máxima. Desnivel ascenso, 83 ms y descenso 55 ms.

Último día. Lo afrontamos con gran alegría pues terminaría nuestro duro penar por el desierto, pero nos quedaría el haber disfrutado de esta maravilla


Se notaba que nos estábamos acercando a “la civilización”, pues ya eran más numerosos los pozos de agua, casas… que podíamos encontrarnos en el camino


También vimos restos de antiguas casas de piedra, que les llaman castros, y que nos indican un pasado duro en ese entorno

Llegamos a una población, Entkemkemt

Y los niños cuando nos ven salen a recibirnos esperando algo por nuestra parte, que o bien no llevábamos como bolígrafos, o bien dinero que nunca hay que darles.


Es época inicial de la recogida de los dátiles de los que viven muchas de estar personas, y vemos ya los primeros de ellos secándose al sol

Atravesamos entre las casas de este pueblo y comprobamos la pobreza en la que viven

Y como en todos los sitios del mundo, hay zonas que destacan más que otras, como la zona alrededor de la nueva mezquita


Poco después y en las afueras de este poblado encontramos en pleno desierto un jeringuilla

Y la vuelta de un recodo, apareció el minarete de Chinguetti que nos anunciaba que nuestro trakking estaba a punto de concluir


Y a la entrada de Chiniguetti posamos con nuestro cocinero que había salido a esperarnos, en foto que nos sacó Samah

Y aquí terminaba nuestro trekking, seis días, y un total de 100,6 km hechos.

Nos fuimos al albergue donde nos esperaba ya  Jamal y los conductores de los 4x4 que al día siguiente nos llevarían de regreso hacia Nouakchott.

Samah nos llevó a nuestras habitaciones aparte de agua, coca colas, y una caja de zumo de mango, que nos sirvieron de reconstituyente.

Y cómo no la ducha, ducha después de seis días, que ya no recordábamos cómo era resbalar el agua por el cuerpo. Personalmente repetí la ducha de puro vicio.

después de la visita a Chinguetti



Y una estupenda cena nos esperaba luego, : crema de calabaza, cuscús y pollo abundante con verduras.


Y nos despedimos de los camelleros y del cocinero que durante estos seis días habían sido nuestros faros y guías por el desierto.

Días posteriores al trekking para regreso a casa

Necesitas otros dos días para regresar a Nouakchott y emprender el vuelo para regresar.

El primer día fuimos desde Chinguetti  hacia el cañón de Amogjar donde admiramos pinturas rupestres

 y visitamos uno de lossitios donde se rodó la película “fort saganne”.

Luego nos dirigimos a Atar, la actual capital de la región de Adrar, que alberga el mercado más grande y colorido de toda la región con sus productos exóticos, típicos del comercio sahariano.

 Visitamos  Azougui, antigua capital de los almorávides que habitaron España en el siglo XI, y actual lugar de culto por la presencia de la tumba del Imam EL-Hadrami. Realmente eran unos restos arqueológicos que estaban ya tapados y poco pudimos apreciar.

A comer fuimos a la Presa de Segélile, y nuestra sorpresa fue que para llegar a ella el río se había desbordado por la carretera y hubo que bajar se los 4x4 para tantear si podíamos vadear el río sin problemas.

En la presa nos prepararon un guiso con carne de camello con cebolla que estaba delicioso.

Y desde allí a nuestro destino para pasar la noche las Dunas de Yakref

En ellas volveríamos a montar el campamento con tiendas nómadas y a volver a dormir en el suelo sobre esterillas. 

Distancias: Chinguetti a Dunas: 241,78 km según GPS Mikel´ 

Al día siguiente, nos dirigimos hasta Nouakchott, donde directamente nos dirigimos a su puerto pesquero para conocerlo, ya que es casi lo ùnico que merece la pena visitar en esa ciudad.

La visita a este Puerto de Pesca es una experiencia inolvidable, donde se puede ver la descarga de una inmensa variedad de pescado del atlántico en un mundo bullicioso donde se arremolinan los que descargan pescado, los mayoristas, las vendedoras, los compradores, los curiosos,..por la arena de la playa llena de pequeños barcos pesqueros.


A la playa o puerto de los pescadores, donde cada mañana llegan los cayucos, cargados de pescado para vender. El espectáculo de gente comprando el pescado, los “burrotaxis” que suben la compra desde la orilla de la playa, hasta el camino, los pescadores sacando las barcas del agua, forman un espectáculo fascinante.

La suciedad campa a sus anchas por este puerto que no es puerto. Los barcos anclan a una distancia de la playa, donde meten el pesacado en bolsas de plástico y los trasladan en pequeñas barcas hasta la playa. Allí los niños se arremolinan junto a estas bolsas esperando que se escape algún pescado, a veces ayudados por los mayores, que dan con el pie al pescado que asoma por la bolsa, y pueda ser recogido por los niños. Ingrata tarea la de estos niños, “espigando” para aportar algo en su casa.

Casi todas las personas que viven de la pesca y en este puerto pesquero, son senegaleses, ya que Mauritania tiene poco litoral marítimo y no están acostumbrados a este oficio. Una gran algarabía de niños, mujeres y hombres, junto a los barcos anclados en la playa, reflejan el vivir de estas personas


Distancia: Azougui – Nuakchott: 328,07 km según GPS Mikel 

Y así terminamos nuestra estancia en Mauritania. Comimos  en el puerto un arroz con pescado que comimos en la propia calle, en el suelo, sobre una esterilla, y junto a una mujer que allí mismo preparaba la comida. No esperen restaurantes al uso.

Tras un poco de reposo en la habitación de un hotel, nos recogieron para llevarnos a cenar a casa de Jamal, el gerente propietario de Amatlich Tours que fue un gran anfitrión con una gran cena de despedida.

Y aquí termina el relato de un gran trekking en un gran país por sus paisajes y sus gentes y que están deseosos de que les llegue el turismo y empezar de alguna forma a levantar cabeza.



























































 











Comentarios

  1. Leer tu recorrido y experimentarlo en mí mismo es automático. Revivir esa dureza nos lleva a apreciar mucho más a las personas que viven en ese entorno y que con poca cosa son felices. Un placer Juan Carlos devolver a espiarte a través del Google Maps otra vez

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    1. Gracias como siempre Pepe, por leerme y tus gratos comentarios. Un placer

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  2. Juancar, la envidia es sana a veces. Te envidio porque yo sería incapaz y tu forma de contarlo además es bestial

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    1. Gracias Juan Luis, al final es cuestión de atrevimiento, aunque he de reconocerte que la edad empieza a pesar

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