CONOCIENDO VALDEGOVIA POR SUS MONTES: 2.- Ascensión a Peña Grajera, 932 m, desde Angosto

 



Muchos montañeros consideran malograda una excursión si no han logrado hollar la cumbre que se marcaron como destino al iniciarla. No deberían sentirse frustrados, pues siempre hay cimas alternativas o, en su caso, desvíos a otros destinos que, dentro de la montaña elegida, tengan un contenido menos montañero. En cualquier ruta de acceso a la cúspide de un monte, el sitio en el que está el buzón o el hito que lo señala, se encuentran edificios, ruinas o yacimientos arqueológicos, paisajes, cuya visita ayuda a aprender historia. Me sorprende que no existan guías que combinen esos dos objetivos: El deportivo de la ascensión y el cultural que aporta el recorrido.

 Aprovechando mi conocimiento de las sierras, montes y pueblos de Valdegovía, me he animado ofreceros esta charla sobre ese bello valle del occidente de Álava, combinando monte y cultura.

Lo interesante de este artículo es su enfoque, pues quiero recordar la historia que guardan los diferentes lugares por los que circulan nuestras ascensiones a través de las fotos que os presento.

Mi filosofía como montañero es disfrutar no sólo de la montaña y de sus cimas o cumbres, también de los elementos por los que pasamos.

Os voy a enseñar el espíritu del valle basándome en sus paisajes, en sus gentes y en su historia, su flora y su fauna. Así veremos cómo es esta tierra, tierra “durante siglos de idas y venidas, de afluencias e influencias, Valdegovia tierra abierta, terruño de los que se fueron y segunda patria de otros que llegaron” como Yo.

Hoy os cuento la ascensión cultural que vamos a realizar a Peña Grajera o Peña de los Castros, incluida recientemente en el catálogo de cimas puntuables, desde el Santuario de Angosto en la localidad de Villanañe.


Dejamos el coche en el aparcamiento al efecto del Santuario de Nuestra Señora de Angosto en el valle alavés de Valdegovía.

Antes de iniciar nuestro camino, podemos disponer de un poco de tiempo, o si no a la vuelta, para ver el entorno del que partimos.

En primer lugar y saliendo del aparcamiento, atravesamos la carretera y nos adentramos en el área recreativa y de esparcimiento. Subiendo unas primeras escaleras nos llevan a la izquierda por un camino hasta la Encina de Angosto. 



Una centenaria quercusilex bajo las que se celebraban las Juntas de los Caballeros Hijosdalgos del Real Valle de Valdegovía, nobles sin título, descendientes de los guerreros que lucharon contra la invasión musulmana durante la reconquista. El día 22 de Julio, día de Santa Magdalena era la fecha en la que se celebraba la reunión o junta anual. El primer escrito que se conoce en que se hace mención a los Caballeros Hijosdalgo de Álava es un privilegio de Alfonso XI concedido en 1.332. El Emperador Carlos V, hizo una clasificación de la sociedad en tres estados conocidos: el eclesiástico, el noble y el plebeyo o pueblo llano. El noble se subdividía en tres ramas: los Grandes de España, los Títulos, y en último lugar los Hijosdalgo.

Volviendo a la carretera ascendemos unos metros por ella y podemos contemplar a la derecha la Gruta, donde se encontró la imagen de la virgen de Angosto en el año 1.089, y en la que se halla guarecida una imagen de la Virgen de Angosto.


La primera vez que conocemos que viene mencionada la Virgen de Angosto es un documento fechado el 22 de junio de 1436.

Es significativo que los Cartularios de Valpuesta, Oña, San Millán, Bujedo, Valvanera silencia este lugar sagrado, y que su primera noticia tenga lugar en la época denominada de las “apariciones a los pastores”: Nuestra Señora del Espino (1399), Arrate (1442), Aránzazu (1469) refrendado por la fecha de la  primera construcción de la capilla del Santuario que luego visitaremos.

Ya desde el parquin nuevamente, podemos   observar   una   bonita y antigua   espadaña.






 Esta espadaña perteneció a la iglesia de Santa María del pueblo hoy desparecido de Villamardones, en el valle de Valderejo. Data del año 1.558 según inscripción en la misma, y se desmontó piedra a piedra para volverla a colocar en este lugar, que- dando reinaugurada el 1 de septiembre de 1.985.

Por último, debemos visitar la capilla del Santuario, que así estaba en 1958.



Construida en honor a la Virgen que le da nombre en la primera mitad del siglo XIV, a expensas del Señor de Varona. Se trata de una iglesia de estilo gótico de estructura sencilla. 



En ella se puede ver un hermoso retablo de seis paneles donde se cuenta la vida de la Virgen. 


La talla, gótica también, es del siglo XIV y pertenece al grupo llamado “Andra Mari”.



Bien y ahora empecemos nuestra andadura. A travesamos el complejo del Santuario, y nos dirigimos a una salida lateral del mismo, pasando por un estanque donde habitan gansos, ocas y patos. 




Atravesamos la puerta metálica y a la derecha empezamos a andar por el camino que se halla señalizado como GR1. A nuestra izquierda encontraremos una buena fuente de agua fresca donde rellenar nuestra cantimplora. A nuestra derecha observaremos las caravanas, bungalós, y casetas del Camping de Angosto.

Finalizado el camping (6’) dejamos el mismo y continuamos por el camino a la izquierda, hasta llegar a un cruce de caminos donde existe un poste informador del camino GR. (10’).

Tomamos el camino a nuestra izquierda (Villanañe-Angosto a Espejo) y seguimos el GR.


A unos 20’ desde la partida inicial encontramos una encrucijada de caminos, y seguiremos derechos, por el camino señalizado como GR, obviando los desvíos existentes tanto a nuestra derecha como a nuestra izquierda, hasta que cinco minutos más adelante encontremos una nueva encrucijada de caminos (25’). Es el momento de abandonar el GR y tomar el camino a nuestra izquierda de forma ascendente. Nuestra marcha transcurre entre pinos autóctonos, madroños, y quejigos. El camino de suave pendiente en ascenso nos lleva a un nuevo cruce (40’). Nuestro destino está en frente, por lo que, aunque nos sorprenda debemos continuar por el camino que desciende y que se halla acotado por hitos de piedras a cada lado del mismo, olvidándonos del ramal que sigue ascendiendo por el monte.

Tras un largo descenso por el camino, nos hallaremos en un trozo del mismo, en que a ambos lados del mismo estará cercado con alambrada y saldremos del mismo a la izquierda siguiendo la alambrada hasta que la misma llega a un árbol, donde un paso de madera sobre la misma, o bien abriendo la alambrada continuaremos en ascenso el camino. (55’)

En continuo ascenso llegaremos a una campa (1h 10’). 



Habitualmente un letrero nos indica la dirección a seguir hacia los Castros de Lastra. A veces el mismo se halla en el suelo y si así fuese seguimos el camino en ascenso, obviando la bifurcación del mismo que desciende.

Tras un continuo ascenso por el camino de lastras llegamos al comienzo del poblado conocido como Los Castros de Lastra (1h 15’).

Aquí encontramos un cartel explicativo de lo que podemos encontrar de los restos del poblado.



Empezaremos el paseo por lo que fue el antiguo poblado de los Castros de Lastra, que algunos eruditos identifican con la Uxama Barca, ciudad principal que fue del pueblo autrigón y al finalizar la visita de los restos, iniciaremos la ascensión por otro punto a Peña Los Castros o Peña Grajera. 

Quien visita los Castros de Lastra encontrará aún restos de su murulla, tumbas, y restos del poblado medieval, donde incluso hubo una ermita prerrománica, exponiéndose en el Museo Arqueológico de Álava, restos de un ventanal.



Excavada por la arqueóloga Pakita Sáenz de Urturi, gran amante de Valdedegovía, entre los años 1975-1997.




Este paseo debidamente explicado con sus carteles informativos correspondientes finaliza en las zonas I y II, y desde allí ascenderemos hasta el cresterío, donde el cartel nos indica que contemplaremos una amplia panorámica del territorio circundante.

 El camino está difuso, pero es muy fácil orientarse hacia lo alto del risco.

Cerca del cresterío, merece la pena asomarse, veremos una senda muy marcada que hacia la derecha nos conducirá a nuestro punto final: Peña Grajera o Peña Los Castros. No marco tiempo pues todo dependerá de lo que nos entretengamos viendo el antiguo poblado de los Castros de Lastra,

Coronado por un punto geodésico, el buzón se encuentra a la derecha del mismo, instalado por el CM Baskonia el 17-1-1988, señalando una altitud de 932 metros.



Impresionantes vistas a la parte del valle de Valdegovía, divisando los pueblos de Cárcamo a la derecha, y Fresneda, Osma, Berberana, a la izquierda, y si la visibilidad es buena veremos la Virgen de la Antigua en el alto de Orduña.



Mirando hacia el interior del monte al fondo y en su parte baja, dominando un claro, veremos el antiguo Molino del pueblo de Caranca.




 

 

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