LOPE DE MARDONES: Un alavés de Valdegovía con calle en la Ciudad de Nápoles.

 LOPE DE MARDONES.Un alavés de Valdegovía con calle en la Ciudad de Nápoles.

Lope de Mardones era natural de Tuesta y tuvo varios hermanos que llegaron a ser maestres de campo en los tercios españoles en aquella época. Su padre, Juan Sanz (o Sánchez) de Mardones, fue alcalde de la fortaleza de Miranda de Ebro y su madre Lucía Gómez. Sus abuelos tanto paternos como maternos, también fueron vecinos de tuesta.

Él salió muy joven de Álava y no volvió aunque en su testamento deja algunos bienes a iglesias y conventos de la zona. Además de haber sido jefe militar de la importante plaza de Capua en 1551, era un hombre muy culto.

En el año 1557, Lope de Mardones ingresa en la orden religiosa militar de Santiago, para lo cual debía de probar su hidalguía en la Real Chancillería de Valladolid, así como su limpieza de sangra.

Uno de los hombres más importantes del período de Carlos V y Felipe II. Fue comisario regio del rey Felipe II y del Consejo de Estado colateral en el territorio italiano del Reino de las Dos Sicilias (Nápoles y Sicilia), depositario de la confianza del Soberano, cargo por el que disponía y vigilaba todos los abastecimientos (pago, alojamientos de tropas).

Era mayordomo del virrey de Nápoles, Pedro de Toledo, en una época espléndida en la que hubo que fortificar el reino de los ataques de turcos y berberiscos.

Aunque Lope de Mardones murió tres años antes de la Batalla de Lepanto, muchos de los preparativos de la armada cristiana los hizo él porque, entre otras cosas, era tesorero y pagaba a los espías que informaban de los movimientos de los turcos por todo el Mediterráneo y la contrata de las galeras. Se relacionó con reyes, príncipes, papas, cardenales y obispos.

Ayudó al virrey Pedro de Toledo, un gran hombre del Renacimiento, a ser uno de los mecenas del arte. También colaboró con los jesuitas para que se establecieran en Nápoles y además fue miembro de la elitista Orden de Santiago.

En 1562 era Comisario General de Gracia de la Ciudad de Nàpoles, donde murió en 1569

El poeta napolitano coetáneo Luigi Tansillo recuerda así en una de sus obras a Lope de Mardones: “Il vostro buen Mardon, di cui non sgorgo nel mundo uom piu cortese, ne Puig saggio” que traducido dice “ Vuestro buen Mardones, de quien no descubro en el mundo hombre más cortes, ni más sabio”.

Pero hay una prueba de que fue un buen gobernante en Nápoles. Tiene una calle principal, perpendicular a la de su virrey, Pedro de Toledo, muy cerca de la principal plaza de la ciudad. Mussolini quiso cambiar el nombre de esas calles pero no se lo permitieron.

La vía Nardones o calle Mardones se encuentra en el populoso distrito del Vómero, y desemboca en la centralísima calle Toledo, cerca de la plaza del Municipio y a pocos metros del Palacio Real. Fue el primero en construirse una casa en lo que hoy es la calle que lleva su nombre y le recuerda.

La historia de este personaje fue rescatada por el paleógrafo Saturnino Ruiz de Loízaga, también natural del pueblo de Tuesta.