COMUNION: 24 de mayo de 1.847. SAN ROBUSTIANO

 

 

 

Es habitual por estas fechas que la climatología nos sorprenda en algunos puntos de Alava con pedrisco de especial virulencia, como nos informan todos nuestros medios de comunicación, a través de los partes que emite Euskalmet.

Este hecho de la granizada nos trae a colación una curiosa historia del pueblo de Comunión, en la que vemos que, desde hace muchos años, esta tierra alavesa ha sido castigada con pedrisco, y no sólo ahora con motivo del cambio climático. La historia ocurre un mes de mayo, y en concreto el 24 de mayo de 1.847.

La tormenta de granizo o pedrisco debió ser tremenda según nos dejaron constancia los vecinos de Comunión. La catalogaron de plaga.

Comunión​ (oficialmente Comunión/Komunioi) es un concejo del municipio de Lantarón. Los orígenes de la localidad tiene gran relación con la cercana villa romana de Cabriana. Desde principios del siglo XVII esta villa fue señorío jurisdiccional  de los Sámano y Urbina, señores y marqueses de Villabenázar. Antiguamente era un pertenecido del municipio de Salcedo.

El 22 de mayo del año siguiente 1848, reunidos en Concejo los vecinos de Comunión presididos por su alcalde pedáneo, D. Francisco García, “acordaron solemnizar a partir de aquel año, dicha fecha del 24 de mayo, aniversario del pedrisco cuya plaga, si bien destruyó las plantas de las que se concebían grandes esperanzas de una gran cosecha, conservó la misericordia del señor, justamente irritado por los pecados de su pueblo, a los habitantes de dicha Villa ilesos. Un beneficio tan grandioso merece recuerdos de eterna gratitud”

Vemos como aquella buena gente de Comunión pensó en un castigo divino el pedrisco. No echaron la culpa al famoso cambio climático que tan en boga está en este siglo XXI. No se recoge los pecados que pudieron cometer

Por unanimidad de todos los vecinos aceptaron la propuesta de su alcalde “de que se perpetuase la memoria de dicho aniversario celebrando el Santo Sacrificio de la Misa y los divinos oficios con toda solemnidad posible, dedicándolos a la Reina de los Cielos y la Tierra; pidiéndola su protección y amparo en todas sus necesidades, particularmente de esta Villa”.

Trasladada la propuesta al Cabildo qué esperar sino “la mayor complacencia al ver el espíritu de religiosidad con que están animados los habitantes de dicha Villa”.

También a propuesta de su presidente “que supuesta la solemnidad del día, se abstuviese de trabajos en él, como los demás días festivos en los que está prohibido trabajar,” …y a los transgresores se les impuso una pena de una libra de cera para el culto.

Comunión ha sabido mantener su tradición y respeto por un acuerdo de sus antepasados hasta estos días. A pesar de aquel gran desastre de sus cosechas en 1.847, Comunión sigue siendo un pueblo eminentemente agrícola, con lo que nos demuestra el refrán, que siempre que ha llovido ha escampado, y eso a pesar de que en su entorno se instaló hace unos años un Polígono Industrial, que originó el nacimiento de Zubillaga como Ente independiente de Comunión. 

Lógicamente la fiesta ya no es como antaño, pero todos los 24 de mayo no se deja de celebrar su Misa Aniversario de agradecimiento y por supuesto una gran merienda entre todos los vecinos de Comunión. Antaño se celebraba con un Misa Mayor, se sacaba en procesión a la Virgen del Rosario que aún se conserva en su Iglesia, y a continuación se rezaba el Rosario. Dificultades económicas impedían la celebración lúdica de la fiesta, y a veces si había presupuesto el Concejo invitaba a merendar, siendo la mayor parte de las veces aportada la merienda por los propios vecinos.

 Sabemos también y por eso le da más mérito a la conservación de la tradición que en el vecino pueblo de Salcedo, con el que formó Ayuntamiento junto con otros pequeños pueblos de los alrededores, también existió esta tradición por el mismo motivo del pedrisco, pero hoy se ha perdido y ya no se conmemora. En Salcedo le llamaban el día del apedreo.

Conste el agradecimiento a la familia Junguitu de Comunión por su ayuda.