Temas de hoy en día en la Cuadrilla de Añana en los siglos XV al
XVIII.: ESCENAS DE MATRIMONIOS
Continuo la serie de artículos
sobre qué temas están de actualidad hoy en día y que afectaban a nuestros
antepasados en los pueblos de la Cuadrilla de Añana durante los siglos XV al
XVIII.
Vamos a conocerlos. No serán
exactamente igual a como los vivimos hoy, pero sí perfectamente asimilables.
Tema de Hoy Escenas de
Matrimonios: Rupturas y adulterios
¿Quién nunca ha oído la
deleznable y machista frase “prometer hasta meter, y una vez metido olvidarse
de lo prometido”?
Pues esta frase no es nueva no es
de hoy, el espíritu de la misma nos acompaña ya hace bastantes siglos atrás.
Eso sí, me congratula encontrar
mujeres valientes que, levantando la cabeza muy alta, se atrevieron a denunciar
legalmente esos olvidos de promesas matrimoniales
El primer caso lo encontramos en
1659
Recurso de fuerza de Catalina de
Montoya, viuda de Martín de Urbina, y Catalina de Urbina, su hija, vecinas de
Salinas de Añana (Álava), en el pleito que siguen con su convecino José de
Iturralde ante la vicaría de Valdegovia (Álava), sobre el incumplimiento de la
promesa de matrimonio
Me ha sorprendido encontrarme
este único caso en la Cuadrilla que se aboga a través de los tribunales eclesiásticos.
En 1674, encuentro el primer
litigio por el procedimiento civil, contra un vecino del pueblo de esta
Cuadrilla, Leciñana de la Oca
Causa criminal seguida por
querella y acusación de Mateo de Canaria, vecino de Añastro, como padre de
María de Canaria, contra Juan de Santa María, natural de Leciñana de la Oca,
por estupro y daños causados a su hija bajo palabra de matrimonio.
Y ya en el siglo XVIII, nos
encontramos una retahíla de estas denuncias por falsedad en la palabra de
matrimonio, Causa criminal contra Pedro de Vidal, natural de Armiñón, por
incumplimiento de palabra de matrimonio en 1712.
Algunos acumulaban más de una
denuncia, como Pedro de Mendia en 1719, de Nanclares de la Oca, que se ve
incurso en un pleito criminal, por quebrantamiento de prisión e incumplimiento
del matrimonio que prometió a Ana María de Olabe, de Lapueblo de Arganzón.
En 1738, tenemos la causa civil
entre Magdalena Roíz, vecina de Catadiano y José González, vecino de
Ullivarri-Cuartango, por incumplimiento de la palabra de matrimonio.
Y en 1755, encuentro esta
curiosidad, petición de confirmación de pobreza por parte de Magdalena de
Cerrillo, de Pobes, para poder proseguir un pleito por incumplimiento de
palabra de matrimonio. Vemos que también había justicia gratuita para los
pobres y poder acceder así a los litigios exigiendo justicia.
En 1758, encuentro este caso de
mercancía humana: Causa de oficio instruida para que la joven soltera residente
en Trespuentes, y ahora refugiada en la casa solariega de Urrialdo, en la villa
de Martioda, embarazada, fruto de sus relaciones con un hombre casado de
Trespuentes, vuelva a la jurisdicción de la Duquesa del Infantado. En ningún
momento de la causa se revela el nombre de la joven, convenido así por la
administración de justicia. Se conoce que la Duquesa del Infantado quería mucho
a esa joven o bien necesitaba más mano de obra barata y con posible embarazo un
sirviente más. Pienso que esto último.
Hay quien incluso se hallaba
embarazada y sin matrimonio, como en 1775: Causa criminal por querella de
Petronila de Montoya, natural de Tuyo y residente en Antezana de la Ribera,
contra José Rodríguez, su convecino, por haberla dejado embarazada bajo palabra
de matrimonio y negarse ahora a casarse., y también fue el caso, años más tarde,
de Gregoria Díaz de Lezana, representada por su padre en la causa criminal
instruida por querella de Vicente Díaz de Lezana, en nombre de su hija
Gregoria, presentada contra Tomás de Montoya, soltero, todos vecinos de Caicedo
de Yuso, por embarazo y daño bajo palabra de matrimonio.
También, por desgracia, se
encuentran caso con menores como en la causa criminal emprendida por Braulio de
la Pera, vecino de Jócano, a instancia de su hija Bárbara de la Pera, contra
Esteban de Montoya del Val, natural de Caicedo de Yuso, por estupro e
incumplimiento de palabra y escritura de matrimonio.
Y por último en este tema hallo
un expediente contra unos hermanos para obligar a su hermana a casarse, a lo
que ella no estaba dispuesta: Pleito del fiscal del crimen contra Juan de
Aldama, Marcelo de Aldama y consortes, vecinos de Berantevilla , sobre haber
extraído con violencia a Agapita de Aldama, su hermana soltera, del depósito
donde se hallaba por mandamiento judicial, al oponerse a su casamiento con
Pedro Robles, de la misma vecindad.
Y también hay expedientes por
otra típica “escena de matrimonio”: adulterios.
Lo de encima de cornudo,
apaleado, le sucedió a Diego Barahona, natural de Espejo, quien, en 1501 en
Granada, se le concede Licencia a Diego Barahona, vecino de Córdoba, para traer
armas en su defensa puesto que tiene algunos enemigos y personas que le quieren
mal a causa de que se quejó de Diego Curtidor, que le llevó a su mujer.
En 1503, Ejecutoria del pleito litigado por Sancho Ozpina,
vecino de Puentelarrá, contra Gómez Arroyo, vecino de Santa Gadea y María de
Basate, sobre adulterio.
1529. Ejecutoria del pleito
litigado por Fernando de Oteo con Catalina de Valluerca, su mujer, vecinos de
San Pantaleón de Losa (Burgos), sobre adulterio
Y por último este caso más
posterior, en que además de engañador amenaza a su mujer: Auto de oficio de la
justicia de Salinas de Añana contra Santos de la Cámara, pastor, por el
escándalo notorio que provocaron los tratos ilícitos con Teresa de Barridalupe
y por las amenazas a Juana Ortiz, mujer del pastor.
Como siempre estos casos los he
extraído del Archivo Histórico Provincial de Álava y del Archivo de la Real
Chancillería de Valladolid.
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