UNA ESTATUA DE UN REY GODO DEL PARQUE DE LA FLORIDA Y SU RELACION CON VITORIA-GASTEIZ
"¿Tiene usted la bondad de explicarnos --nos pedía en cierta ocasión un amable forastero --qué hacen esos cuatro reyes visigodos ahí en el redondel de la Florida, y qué significación tienen?
Porque Ataulfo no salió, según se sabe de Cataluña, Sigerico su asesino y sucesor no tuvo tiempo ni para recobrar el sosiego porque a los siete días justos de realizar su hazaña cayó a su vez mortalmente herido de otra puñalada, y Theudio y Liuva desconocieron igualmente que en el mundo hubiese algo que se llamara Álava. ¿Por qué pues han colocado ahí sus estatuas?
Según cuenta Odón Apraiz por habérselo oído a don Elías Tormo, sucedió que cuando se hizo almoneda de los reyes en piedra construidos para ser colocados en la cornisa del Palacio Real, y que por el peso que representaban pondrían en peligro al edificio, las peticiones se resolvieron por orden alfabético.
Álava, la primera, la A. Y le dieron los cuatro primeros de la fila.
Fue inútil se arguyese que allí había un Alfonso VIII conquistador de Vitoria, y un Alfonso XI que pactó con la Cofradía de Arriaga y un Juan II que tuvo que ver con las Hermandades, o siquiera un Vamba o un Leovigildo (si a la fuerza habría que cargar con visigodos) que, aunque en plan de conquista y castigo, por aquí cerca estuvieron. No hubo nada que hacer, sino estibar las estatuas de Ataulfo y Sigerico, de Theudio y Liuva I en sendos carros arrastrados por poderosos bueyes y traérselos para acá".
Hasta aquí el texto aparecido en una Revista de Vitoria de Final de Año, que lamento mucho en mis archivos haber perdido su nombre y su fecha, pero que sí puedo situar hace más de 5 lustros.
Sin embargo, sí he podido establecer que una de las estatuas tuvo algo que ver con nuestra Vitoria. Se trata de la estatua dedicada a Teudis o Theudis. Y su relación con Vitoria no viene por el rey visigodo, sino por su autor, el escultor Robert Michel, que luego castellanizó su nombre por Roberto.
La estatua de Teudis, que reinó entre 531 y 548, fue realizada por el escultor Roberto Michel, francés, Puy del Velay (Francia), 1720, pero afincado en Madrid. Fue uno de los grandes escultores de la época.
El 29 de septiembre de 1775 ocupó la plaza de “Primer Escultor de Cámara del rey Carlos III”, tras la muerte de su maestro y antecesor en el cargo, el escultor coruñés Felipe de Castro, con la misión de dirigir “todas las obras de escultura que se hiciesen para los palacios reales”.
Muere Roberto Michel en Madrid el día 31 de enero de 1786, tras pasar unos meses convaleciente en Vitoria, ciudad natal de su esposa, recibiendo sepultura según su propio deseo en la desaparecida iglesia de Santa María la Real de la Almudena, situada en la confluencia de la calle Mayor con la de Bailén y cercana a la casa de Rebeque, antiguo palacio propiedad de la Corona que habilitó Felipe V para ser utilizado como residencia y taller de los artistas regios, donde trabajaba y residía el escultor.
Roberto Michel había contraído matrimonio pocos años después de su llegada a Madrid con Rosa Ballerna, perteneciente a una familia de plateros de origen vitoriano. El matrimonio no tuvo descendencia, por lo que el artista legó a su hermano Pedro Michel en su testamento “todas las Herramientas, Figuras, Estatuas, Modelos, Estampas que sea concerniente y se halle en el taller donde estuviésemos trabajando (…), no puede servir para otro efecto que el de la Escultura”.
La curiosidad reside y creo que no se ha publicado al hablar sobre las estatuas, en que Roberto Michel, estuvo casado con una vitoriana Rosa Ballerna.
Por su matrimonio con Rosa Ballerna, Roberto Michel pasó muchas temporadas residiendo en Vitoria, sintiéndose por ello un vitoriano más.
Sin embargo, y aparte de la estatua de Teudis, en Vitoria sólo tenemos una de sus obras, el Busto de Carlos III.
Michel realizó el busto en mármol en 1785, un año antes de su fallecimiento, por encargo de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País. El busto, propiedad del Museo de Bellas Artes de Álava, se encuentra habitualmente en los salones nobles de la Casa Palacio de la Diputación Foral de Álava, edificio realizado en 1844 por el arquitecto Martín de Saracibar.
Rosa Ballerna perteneció a una antigua familia de orfebres vitorianos. Manuel Ballerna Sánchez Balconete fue el primer miembro de esta dinastía de artistas que se estableció en Vitoria. A su llegada a la ciudad contrajo matrimonio con María Leonor Ortiz de Luengas.
Manuel una vez afincado en Vitoria, actuó como artesano y tenemos datos que nos hablan de su oficio: así en el censo de vecinos de 1732 aparece citado como: “filigranero que vive de su oficio”. Además de esta evidencia, en el inventario realizado tras su muerte, el alcalde y juez, Don Juan Agustín Hurtado de Mendoza, también lo señala como maestro filigranero.
Rosa fue hija de Manuel, y la tía del orfebre vitoriano Pío Ballerna, nieto del fundador de la dinastía de orfebres. Pío Ballerna trabajó muchos años como grabador en la Casa de la Moneda. En 1781 obtuvo el premio de grabado de medallas otorgado por la Real Academia de San Fernando. Curiosamente ese mismo año, otro vitoriano, Justo Antonio de Olaguibel obtuvo la medalla de oro otorgada por dicha Academia en el apartado de arquitectura.
De esta familia vitoriana, casi caída en el olvido total en su Vitoria natal, conocemos su historia y sus recuerdos, gracias al estudio realizado por mi amigo José Julián Letona a quien Eusko Ikaskuntza le editó el libro, “Un vitoriano en la Academia. Don Pío Ballerna y su entorno familiar".
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