LOCALIZADO EL CASTILLO DE LANTARON


El casi gaubearra de adopción, el arqueólogo Antxoka Martínez Velasco, nos comentaba a principios de abril la existencia en Peña los Castros de los restos muy mermados de un castillo o atalaya. Habían realizado una excursión mañanera a esa peña y a la Cruz de Batxikabo, y apreciaron la existencia de cerámica por toda la superficie, la peña labrada y hallado una pieza metálica, que posteriormente ha identificado como un trozo de aplique sobredorado, de posible data en la Alta Edad Media.

Sabiendo Antxoka, que Antton Arrieta Valderde, autor del libro (Euskal Herriko Gazteluak. Araba, noviembre de 2018), y el curioso de la historia de Valdegovía, Juan Carlos Abascal Ruiz de Aguirre, llevaban tiempo tras la pista del poblado y castillo de Lantarón, les avisó para compartirles su hallazgo y dieran sus opiniones en base a los documentos que estaban estudiando.
Tal como nos había indicado, esta peña entre las localidades de Barrio y Batxikabo se encuentra sobre un pequeño nudo de caminos de montaña en los que se incluye el collado de La Hoz y una vía que, viniendo del fondo del valle, pasaba por Berbeia y se dirigía al pueblo de Sobrón y al valle burgalés de Tobalina, evitando los desfiladeros de Sobrón y el río Ebro.

A pesar de que la cumbre se encuentra arrasada y no se aprecian a primera vista estructuras arquitectónicas, se puede afirmar que allí hubo una fortificación con un
desarrollo suficiente como para alcanzar la categoría de castillo. La puntiaguda y alargada cima (17 m x 4 m max.) se halla limitada al sur por un gran corte que tallaron los constructores de la fortaleza para aislar la cumbre del resto del cresterío por ese lado, que posteriormente baja al collado de La Hoz. La fortificación, suponemos, se extendería por el oeste hasta una serie de pequeñas peñas que facilitarían su cierre, e incluiría en su recinto la alargada terraza existente en el noreste, formada por precipicios. La peña al este, muestra signos de talla para levantar la muralla y a ese lado también se encuentra un canchal, cuyo origen debe ser piedra caída del muro, además de la meteorización de la peña ocasionada por el hielo. Toda la superficie de la cumbre y sus faldas están cubiertas de fragmentos de cerámica de origen medieval. La cerámica sigue apareciendo hasta la misma bajada al collado, luego pudo haber alguna otra construcción en lo alto del peñascal. Realizada una prospección visual, posiblemente aparezca también otro tipo de material.


Desde lo alto se aprecia gran parte de Valdegobia, la cuenca del Omecillo y los montes Obarenes, incluyendo dos de sus tres grandes portillos de acceso a Alava que tenía en la antigüedad, Buradon y Foncea, a falta de Pancorbo que queda oculto.

Estimamos que hay al menos dos posibles identificaciones del castillo:

- Que se trate del castillo de Lantarón, cabeza visible de un condado altomedieval ya documentado en el año 897 y que desaparece medio siglo después, aunque todavía a finales del XII se mantiene una aldea de ese nombre. El arrasamiento de la fortificación y el reaprovechamiento en otro lugar del material constructivo podría explicarse tras el desencuentro entre los pobladores de Lantarón y la guarnición, acaecido en 1175. Ese documento es el único que cita a Lantarón también como castillo.
- Que sea un nuevo castillo a añadir a los 43 ya inventariados en Alava en el citado trabajo. Es más, podría tratarse de un castillo no localizado que solo tiene una única mención y que se recoge en el libro. Aparece cuando en 1151 Alfonso VII de Castilla dentro de sus conquistas a costa del Reino de Navarra fija los límites de Cerezo del Río Tirón: …Pinedo, Valpuesta, Carcamo, Gurendez,
Villannane, Villamaderne, Tuesta, Posada, Espejo, et Castellum. Aparentemente este castillo (Castellum) no está asociado a ninguna población, y podría no tratarse de algún otro castillo ya conocido por su nombre, que siguiendo el orden geográfico de las citas deberían ser Berbeia o Lantarón. Creemos que Castellum podría ser una disociación entre el pueblo de Lantarón que seguía existiendo y su fortaleza, aunque lo lógico hubiese sido citarlo como Lantarón.

Si se confirma que la fortaleza de Peña los Castros es el castillo de Lantarón, quedaría por localizar la población de ese nombre, pues todavía no ha sido situada de
forma definitiva. Estando el castillo en ese lugar reforzaría la idea de buscar el pueblo aguas abajo de los desfiladeros del Ebro, siguiendo un documento del año 1016 que colocaba las viñas donadas de Noval en el camino entre Lantarón y Bergüenda. Pero paradójicamente se reducen las posibilidades de las zonas actualmente candidatas a acoger los restos del pueblo (Castrejón, la meseta de Valhondo y los altos al este de la carretera que sube al pueblo de Bachicabo), pues se encontrarían una distancia media de 3,2 km, en línea recta, y a casi 500 metros de desnivel de la fortificación, en principio distancia y diferencia de altura excesivas, pero que tampoco resultan excluyentes.
Con la localización del castillo, en Valdegobia y sus alrededores ya existe un motivo más para ir al monte, pero también para respetarlo. Un elemento tan sencillo como la propia dispersión de los fragmentos de cerámica puede dar pistas a los arqueólogos.

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