Angel Díaz de Tuesta Ibáñez de Sendadiano
Quiero recuperar del olvido a este insigne valdeguñés, desconocido para muchos de los habitantes de Valdegovía.
Ángel Díaz de Tuesta Ibáñez de
Sendadiano Hijo del farmacéutico Segundo Juan Díaz de Tuesta y de Magdalena
Ibáñez de Sendadiano, alaveses Gurendes (Valdegovia), nació en Torrubia del
Campo (Cuenca), en dónde su padre dirigía la farmacia de la comarca en 1.890,
pero él siempre se consideró de Valdegovía.
La muerte prematura de su
progenitor se traslada junto a su madre a Vitoria en donde cursó y terminó el
Bachillerato.
Ingresa en la Facultad de Derecho
de la Universidad de Deusto en 1906, y permanece allí hasta 1911, superando la
Revalida de Licenciatura en la Universidad de Salamanca. Se traslada a Francia
y posteriormente a California (EE.UU.) para perfeccionar el conocimiento de las
lenguas extranjeras.
En 1916 ingresa en el Cuerpo Consular del
Ministerio de Estado (Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación desde
2004) siendo su primer destino como Cónsul de 2 ª en La Habana, Cuba. Ese mismo
año contrae matrimonio con la joven valenciana Carmen García Ruiz de Morales.
A comienzos de la década de los
20 es destinado a Mogador y Arcila y posteriormente a Copenhague (Dinamarca) en
donde nacen sus dos hijas. Es el padre de Magdalena Díaz de Tuesta y de la concertista
de piano Maite Díaz de Tuesta. Maite Díaz de Tuesta es una concertista de piano
española, intérprete de lenguas, periodista, investigadora y profesora de
inglés nacida en Copenhague, Dinamarca, el 21 de diciembre de 1923. Pianista de
música clásica, está en el mismo nivel que Joaquín Turina, Alicia Larrocha,
Manuel de Falla, o Joaquín Achúcarro y José Iturbi. Fue también periodista, y
profesora y catedrática de Lengua Inglesa en Palencia y Valladolid.
En 1924 se traslada de nuevo a Arcila e interviene
decididamente en el ensanche de la ciudad que se lleva a cabo entonces. Sin
salir de Marruecos se traslada como Cónsul Interventor a Tetuán. El 15 de
febrero de 1929, la Gaceta publicó el Decreto por el que se le ascendía a
Cónsul de primera clase y se le destinaba con esa categoría al Consulado de la
Nación en Basilea (Suiza) y más tarde a Toulouse en donde dirige el importante
consulado español de esta ciudad en el final de la década de los años 20 y
comienzos de la siguiente en un momento de grandes turbulencias políticas en la
ciudad francesa como consecuencia de la nutrida colonia española y de los
acontecimientos políticos de España. Destinado a Orán en 1939, pasa al
Consulado de Cardiff (Gales) al comienzo de la II Guerra Mundial. Le siguen sus
destinos en Londres para el que fue nombrado Ministro Consejero en la Embajada
de España el 2 de junio de 1941, al tiempo que recibía el ascenso a Ministro
Plenipotenciario de tercera clase y, en los meses finales de la Guerra, en
Hamburgo (Alemania). Es a finales de los años 40 cuando asume la dirección del
Gabinete Diplomático del Alto Comisario del Protectorado español en Marruecos.
El 26 de marzo de 1954 es nombrado por Decreto del Consejo de Ministros enviado
extraordinario y ministro plenipotenciario cerca de Su Majestad el Rey de
Libia, dirigiéndose a Trípoli para hacerse cargo de la nueva Legación
Diplomática de España en la antigua colonia italiana. En 1958 es destinado a
Zúrich (Suiza) dirigiendo el Consulado General de España en Zurich hasta su jubilación
en 1960 como Ministro Plenipotenciario. Instalado inicialmente en Irún
(Guipúzcoa), es en Pamplona en donde fijó su residencia definitiva.
En noviembre de 1965, seguramente con su obra
“El Vascuence en Álava” publicada ese año, hizo su ingreso como académico
numerario de la sección de la Academia Vasca de la Real Sociedad de Amigos del
País, como reconocimiento a su labor de historiador y la dedicación que mantuvo
durante toda su vida al euskera. No hemos podido comprobar su discurso de
ingreso. Llegó a completar una biblioteca destacable en esta lengua.
Fue distinguido por la República
Francesa con la Legión de Honor y por España con la Gran Cruz del Mérito Civil.
Sus restos mortales, junto a los de su esposa y otros antepasados, descansan en
el pequeño cementerio de Gurendes en Valdegovía.
Siendo Cónsul de España en Zúrich
pronunció en dicha ciudad un discurso sobre “El misterio vasco” en la Sociedad
de Suiza de Amigos de España, Portugal y América Latina el año 1960.
Es el inventor de la atribución a
Salinas de Añana del topónimo Gesaltza (Gersalzaha, en la Reja de San Millán,
año 934) en un artículo con el título “Añana, ese típico pueblo alavés”, que
publicó en la revista “” Estíbaliz”, en los
números 24, marzo-abril, y 25,
mayo-junio, de 1966, bajo el pseudónimo
Gobiatar en el que manifestaba que aunque no se atrevía a asegurarlo, ya había
encontrado la denominación en euskera de Salinas. Este
"descubrimiento" ha ido teniendo éxito entre los que les parecía que
Salinas de Añana (Anniana), era poco vasco.
Todos los estudiosos de la Reja coinciden en que el nombre de las
localidades lleva un orden determinado, por lo que el Gersalzaha no puede ser
Salinas, como así lo demostró D. Vidal Fz. Palomares, encontrando dónde estuvo
ese Gersalzaha citado en la Reja de San Millán, entre Ollábarre y Nanclares. Al
efecto y en contraposición a Angel Díaz de Tuesta, lo publicó en el
desaparecido diario Norte Expres, el 5 de agosto de 1980.
Artículos en revistas: En la
revista Avance-1967 Álava, aparece un trabajo sobre “Tudela alavesa periferia
vasca”
Por su mediación, en Lalastra
(Valderejo) tienen agua corriente en sus casas y en la fuente del pueblo. Resulta que Valderejo no es rico en aguas
superficiales. La solución para el pueblo de Lalastra de poder traer agua a sus
casas era del río Purón que atraviesa Lahoz. En sus tiempos Lahoz estaba
poblado y el río al pasar por medio del pueblo, servía para de sus aguas regar
sus abundantes huertas, y claro los de Lahoz de negaban. Con el paso del
tiempo, enterado Ángel Díaz de Tuesta, por entonces Cónsul en Marruecos, del
problema que tenían los de Lalastra, medió con los vecinos de Lahoz, y puso de
acuerdo a los dos pueblos. En agradecimiento, el pueblo de Lalastra, puso la
placa conmemorativa en su memoria en la fuente pública de su plaza.
Otra intervención suya en las
proximidades de Valdegovía, fue en el Yermo Camaldulense de Nuestra Señora de
Herrera, donde les fueron robadas las campanas del Monasterio durante la Guerra
Civil Española, y por mediación de Ángel, fueron recuperadas en Francia y
devueltas al convento. (Recogido del libro-memorias Casa Erasmo-Gurendes,
Recordar es vivir, de Antonio Bardeci)
Fantastico artículo! Ya conocia a Angel, peri me faltaban datos de su padre
ResponderEliminarTenia alguna relacion con la torre de Gurendes que aparece en el artículo? Una gran desconocida
Gracias Juan. No la foto de la Torre de Gurendes la he puesto para amenizar un poco el blog, porque además está en estado semiruinoso y me temo que de no hacer nada se terminará cayendo. Saludos
EliminarHola yo soy nieto de Ángel Diaz de Tuesta que tal día como hoy cumpliría 121 años.
ResponderEliminarBien "Angelus", era la idea publicarlo el día de su efeméride de nacimiento. Un gran valdeguñes tu abuelo.
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