CAICEDO YUSO: Ermita del Lago e Imágenes religiosas
CAICEDO YUSO
Este pequeño pueblo del
Ayuntamiento de Lantarón, bien merece la pena visitarlo, en especial por sus
alrededores.
En la jurisdicción de este pueblo
encontramos el lago de Caicedo. Es el más profundo de Europa a esa altura, lo
que ha generado muchas historias curiosas en cuanto a su procedencia. Posee una
interesante flora lacustre y gran profundidad. Cuando llega el frío se refugian en él, numerosas aves, como estorninos pintados, tordos o anátidas. Está declarado Biotopo Protegido.
A su lado está la Ermita de Nuestra Señora del Lago, parte de una leyenda sobre su origen. Según la sabiduría popular, este lago surgió a raíz de un castigo divino. Los habitantes del pueblo que había bajo sus aguas le negaron tres veces consecutivas el pan a una mendiga, que no era otra que la Virgen. Como castigo, hizo que las aguas inundaran el pueblo, que desapareció. En conmemoración de aquella catástrofe, se levanta la ermita de Nuestra Señora del Lago.
Tanto el lago como su entorno es propiedad de Caicedo Yuso, según documento de donación realizado por Juan Furtado de Mendoza, Prestamero
Mayor de Vizcaya, en favor del Concejo y y vecinos de lugar de Caicedo de Yuso
del (-) de Lagos, sus montes, terrenos y demás, el día 22 de abril de 1472 . Este documento se hallaba "perdido" y lo encontré entre la documentación de la iglesia de Leciñana del Camino depositada en el Obispado de Vitoria, lo que comuniqué oportunamente a la Diputación Foral de Álava para su constancia.
Actualmente perdura la tradición
de la Romería a la Ermita del Lago. La
romería se celebra la víspera del Corpus, y se invita a los asistentes con una
sardinada, acudiendo a la misma también de los pueblos vecinos: Turiso, Alcedo,
Viloria, Paúl, Arreo, Salinas, Villambrosa… La ermita es de fábrica medieval y
posiblemente fue la parroquia del pueblo enclavado en aquel paraje y que
desapareció en el siglo XV. Desaprensivos robaron no hace mucho tiempo su
campana. Su interior está presidido por una réplica de la imagen de la
Virgen del Lago, y cuyo original se conserva en la capilla del pueblo y
se mantiene con muy buen aspecto y cuidado gracias a sus cofrades.
Entre el lago y el pueblo de
Caicedo, se ha recuperado la necrópolis de la Magdalena del siglo X, donde
podemos contemplar el antiguo poblado y cinco tumbas antropomorfas excavadas en
roca. Se tiene constancia también de la necrópolis de San Vicente en los
alrededores.
El pueblo está presidio por La
Iglesia parroquial de Nª Sª de la Asunción, de considerable altura (que
anteriormente pudo tener funciones defensivas) con altar renacentista que se
trasladó a Okondo y ahora está restaurado. La iglesia se encuentra en estado
ruinoso, pero resulta un bello mirador para contemplar el pueblo. Antaño
también fue necrópolis.
El culto, actualmente se celebra en una capilla situada
en la plaza.
En esta capilla, destacan fundamentalmente dos
importantes piezas religiosas: Una imagen de cristo crucificado hecha en
marfil, y una custodia en plata finamente labrada. Estas piezas junto con una
cruz procesional, depositada en el Museo Sacro de Vitoria-Gasteiz, fueron donadas a su muerte por un hijo del pueblo, Francisco
Samaniego Díaz de Tuesta , Fiscal de la Real Audiencia de Manila – Filipinas,
quien a su fallecimiento en 1.660 las legó al pueblo de Caicedo. Quiso el
destino que gracias al celo de las autoridades portuarias de Cádiz, dichos
objetos pudieron llegar finalmente a Caicedo en 1.784, después de más de 120
años esperando que Caicedo recogiera su legado
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